Desde que empecé a componer hace ya varios años, he descubierto que uno de los momentos más trascendentes y espirituales, es cuando el papel en blanco aparece frente a uno, con el afán de devorarse sin sentido alguno nuestra vida, a la deriva de las palabras y armados solo con una vieja pluma color negro, a veces rojo y aún mas extrañamente verde, se inicia la labor, aprender a hacerle una verónica al papel no es fácil, aun con el debido cuidado de no manchar nada, de borronear y esbozar garabatos de poemas y cuentos, sin la facil y cómoda tarea de divagar.... y despues del tiempo(segundos, que duran horas, y horas q vuelan como minutos)... siempre termino en la dulce labor de dibujos sin sentido, de versos escondidos, de acordes que huyen despacio sobre el diapasón.... la verdad es que el sonido de estos instrumentos "oníricos"(como me dio gusto llamarlos en este texto) por alguna razón facilita mis procesos creativos, si a eso le sumas la inminente tarea de entender miradas, y palabras, y sueños, y esperanzas....???... la verdad hay tanto q decir y a veces el papel se come incesante mis versos, otras veces amanece taimado, y preferentemente como hoy, hay que cogerlo a eso de la media noche, donde sus hojas(ojos) ya no ven del todo bien.....
Ahí, justamente ahí, es cuando dejas de escribir y notas que el fuelle sigue soplando y el sonido estridente retumbando lo acompasado de ese músculo liso que tenemos a la altura del pecho, además, debo reconocer que eso de la sístole es algo que todavía me cuesta trabajo entender, más cuando ciertas miradas y palabras comienzan a producirte un tanto de taquicardia y otro tanto de arritmia..... hoy le hago frente al papel, y desistí de hacerle verónicas, hoy solo espero en la sombra de mi cama y la oscuridad de mi habitación con una pluma verde que quizá deje salir un par de versos y en el mejor de los casos una canción, quiza las letras tan solo aparezcan en mis bolsillos junto con esa mirada...... y una pequeña.....pero importante ...muy importante...razón.